
Cuando Herly dijo sí a MasterChef Celebrity, no imaginó que terminaría descubriendo no solo lo que es capaz de cocinar, sino una nueva parte de sí misma. Con su carisma, ingenio y una sazón muy personal, la creadora de contenido, actriz y cantante nos sorprendió episodio tras episodio, convirtiéndose en uno de los ingredientes más memorables de esta temporada.
En exclusiva para Cherry, Herly nos abre la cocina de su experiencia. Sin filtro, sin edición, tal y como ella es.
La presión que no se ve (pero se siente)
“Pensé que nos daban más tiempo. De verdad creí que era una hora ‘televisiva’, no real”, confiesa. Si algo la tomó por sorpresa fue la intensidad de los tiempos en la competencia: una hora exacta para crear platos complejos mientras las cámaras giran y los nervios hierven.
“Todos tenemos una idea de cómo es un reality, pero estar ahí… es otra historia. La presión es mucho más grande de lo que se ve en pantalla”.
El plato que la hizo dudar… y brillar
Cocinar un filete Wellington en competencia no es poca cosa. Pero lo hizo. Y no solo eso: recibió elogios. “Nunca lo había preparado. Fue la primera vez y salió bien. Me sentí muy orgullosa. Como si dentro de mí alguien dijera: ‘claro que pudiste, chica, y seguirás pudiendo’”.
La vida detrás de la edición
Herly también reflexiona sobre el reto de soltar el control. Acostumbrada a curar su imagen en redes, enfrentarse a una narrativa externa fue un ajuste.
“En redes tú decides cómo te ves: agradable, simpática, dulce. Pero en televisión no es así. El Reality tiene su propio ritmo, su propia intención. Y no siempre es la tuya”.



Lo que no vimos
Mientras los retos de campo aparecían brevemente editados en televisión, Herly asegura que fueron de los momentos más extenuantes. “No se veía el desgaste real. Eran muchas horas y un nivel de exigencia altísimo”.
Las amistades reales… y lo que deja el show
Contra lo que muchos podrían pensar, el “gracias por participar” no fue su caso. Se lleva lazos reales, vínculos sinceros, risas fuera de cámara. “Me tocó coincidir con personas que quiero en mi vida para siempre”.
Y aunque la exposición también tiene su lado crudo —comentarios, memes, incluso quienes celebraron su salida— Herly lo toma con madurez. “Cada quien tiene a su favorito. Yo me quedo con el cariño de mi comunidad. La nenuca se fue, pero no sola”.
¿Survivor? No, gracias
Cuando le preguntamos si volvería a otro reality, su respuesta fue honesta y sin rodeos: “La Casa de los Famosos o Survivor no son para mí. Amo cuidarme, mi rutina, mis productos… no creo sobrevivir en la selva”. Si regresa a la televisión, será donde pueda cocinar, cantar o bailar. Ahí está su zona segura, pero también su zona mágica.
El humor como herramienta.
Si algo caracterizó su paso por MasterChef fue su sentido del humor. Ligero, irónico, ácido. “Me sorprendí de mí misma. Vi clips míos que ni sabía que existían. Me dio gusto compartir esa parte de mí. Fue un gran ingrediente del show”.


¿Y qué sigue?
La cocina no se convirtió en su camino profesional, pero sí en una nueva pasión. “No quiero ser la mejor chef de México, pero sí puedo hacer una sección divertida con recetas en mi canal. Mi humor y la cocina hacen buena mezcla, pero hasta ahí”.
Hoy, Herly se encuentra en un momento creativo vibrante. Protagoniza la obra La Señora Presidenta, trabaja en nueva música, una faceta renovada, más madura, mantiene vivo su canal de YouTube, y graba el podcast Polos Supuestos junto a su esposo.
“Me siento emocionada. Lo que viene es distinto. Lo estoy cocinando con calma, pero con todo el corazón”.
Herly no solo cocinó: se transformó.
Porque a veces, el verdadero platillo eres tú: tus emociones, tu entrega, tu esencia. Y en esta temporada de MasterChef, Herly no solo nos sirvió recetas, sino una versión de sí misma que sabe a evolución, a valentía… y a puro amor propio.

Donde: Teatro Royal Pedregal.
Horarios disponibles en @lasrapresidenta
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