Georgina Levin: Entre la risa, el amor y la verdad del escenario

Hay artistas que encuentran su vocación a lo largo de los años, y hay quienes la descubren en la infancia, casi como un llamado. Georgina Levin pertenece a este segundo grupo. Tenía apenas ocho años cuando pisó por primera vez un escenario profesional como parte del coro infantil de la ópera Carmen. Aquel momento lo recuerda con total nitidez: no sólo supo que quería dedicarse al teatro, sino que comprendió, desde pequeña, el valor del compromiso y el respeto por las tablas.

“La ópera me enseñó disciplina, puntualidad, respeto por el trabajo artístico y por los compañeros. Me hizo entender que esto no es un juego, que se requiere entrega total. Aprendí a estudiar, a prepararme y a vivir el teatro como una familia”, comparte con emoción. Esa formación, temprana y rigurosa, dejó una huella indeleble en su manera de abordar cualquier proyecto escénico, ya sea un musical contemporáneo o una comedia de cámara.

Aunque su historia comenzó entre partituras y voces líricas, su carrera ha sido todo menos predecible. Georgina ha interpretado personajes muy distintos entre sí, desde montajes íntimos como Chicas Católicas hasta fenómenos populares como Los Monólogos de la Vagina y, recientemente, Mentiras El Concierto. En cada uno ha encontrado desafíos nuevos, aprendizajes inesperados y, sobre todo, un espacio para crecer emocional y profesionalmente. “Muchos de los personajes no los elegí yo; llegaron a mí como regalos. Algunos han sido verdaderos puntos de quiebre, y todos me han dejado algo”.

Uno de esos momentos de quiebre fue Súperhéroe, el musical, un proyecto que coincidió con una etapa personal dolorosa: la enfermedad y posterior fallecimiento de su padre. “Fue una de las obras más difíciles que he hecho. Cantar y actuar mientras tu corazón está roto es un reto inmenso. Pero también fue medicina. El escenario me sostuvo cuando más lo necesitaba. A una semana de que mi papá se fuera, ya estaba de regreso dando funciones. Creo que ese proyecto me lo mandó él desde el cielo para ayudarme a sobrellevar el dolor”.

FOTOGRAFÍA GILDA VILLAREAL

Pero Georgina no sólo ha brillado en el teatro. También vivió de cerca el mundo de la música pop: grabó el disco Bite con Universal Music y recorrió escenarios masivos, participando en festivales multitudinarios. “Fue impresionante. Pero me di cuenta de que lo que más disfruto es compartir el escenario con personas que amo. En el teatro encontré eso: comunidad, intimidad y verdad”. Hoy esa experiencia la revive desde un lugar distinto con Mentiras El Concierto, un proyecto que disfruta a plenitud, especialmente porque lo comparte con amigas a las que considera hermanas.

FOTOGRAFÍA LUIS REYES

Actualmente, Georgina forma parte del elenco de Somos Nosotros, una comedia provocadora y actual que explora temas como el poliamor, los acuerdos, los límites del amor y las nuevas formas de relacionarse. La obra, dirigida por Ariel del Mastro y Juan José Tagle, también cuenta con las actuaciones de Maríazel, Cecilia Ponce y Yurem. “Cuando leí el guion, me enamoré a primera vista. Me moría de ganas por hacer una comedia de cámara otra vez. Me reí muchísimo leyéndolo, pero además me pareció súper contemporáneo. Es una obra que conecta con todos”.

Aunque no se siente identificada personalmente con el conflicto que plantea —lleva una relación tradicional de más de 15 años, es madre de dos hijas y, como ella dice, “vengo de una familia muy tradicional, soy provinciana”—, reconoce la relevancia de las preguntas que lanza la obra. “No se trata de convencer a nadie de abrir su relación, sino de tener el valor de hablar, de comunicar, de cuestionarse. Para generaciones como la mía, muchas veces estos temas son nuevos, pero necesarios. Esta obra aporta al debate desde el humor, desde la empatía. Y sobre todo, desde la idea de no juzgar”.

Para Georgina, el gran valor de Somos Nosotros está en lo que sucede después de que cae el telón: “Quiero que el público se vaya con una sonrisa, ligero, pero también con ganas de hablar. Que surjan esas pláticas incómodas pero necesarias entre parejas, amigos, familia. Que se pregunten cosas, que se escuchen sin juicios. Eso es lo más bonito que puede regalar el teatro”.

Y si algo define su paso por esta profesión es precisamente eso: una capacidad inmensa de entrega, sensibilidad y apertura para recibir lo que venga, sin miedo a lo emocional ni a lo humano. “El escenario me ha dado todo. Es mi refugio, mi casa, mi escuela. Estoy profundamente agradecida con cada proyecto, con cada compañero, y con el hecho de poder seguir haciendo esto que tanto amo”.

A veces, entre tanto ruido, hay artistas que nos recuerdan que el arte no siempre busca respuestas. A veces, solo quiere hacernos las preguntas correctas. Georgina Levin es una de esas artistas.

cardosoelsy26.ec
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3 comentarios

  1. Me emociona mucho leer tus palabras sobre cómo el teatro ha sido tu lugar para sanar, pertenecer y ser fiel a ti misma. Es inspirador ver que no solo actúas, sino que ofreces un espacio auténtico de amor y verdad desde el escenario. Gracias por compartir esa luz y esa pasión que también nos conecta a todos. ¡Te admiro!

  2. Me encantó conocerte un poco más a través de esta entrevista. Qué forma tan bonita de hablar del escenario y de la vida. ¡Mucho éxito siempre!

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